La potencia consta de dos elementos: la base y el exponente.
La base es el número utilizado como factor, mientras que el exponente es el superíndice colocado al lado derecho de la base, indicando la cantidad de veces que se debe multiplicar la base consigo misma.
Ejemplo
Elevar el número 5 al cuadrado implica multiplicar el factor 5 por sí mismo para obtener la potencia resultante.

Elevar el número 5 al cubo implica multiplicar el factor 5 por sí mismo 3 veces para obtener la potencia resultante.
